Hola!
Cuando empecé a meditar, una noche salimos del dojo Jorge, una chica brasileña de cuyo nombre no me acuerdo y yo. Salimos a la calle como normalmente salíamos después de meditar, sonrientes, ligeramente contentos, a gusto, y no sé cómo vino a la conversación que Jorge se puso a comentar un chiste-anécdota de una maestro zen que está a punto de morir, tumbado en la cama y rodeado por sus discípulos y uno de ellos le pide si les puede dar una última enseñanza.
El maestro les dice:
-Sed como vuestra lengua.
Uno de los alumnos le pregunta:
-Como nuestra lengua, ¿a qué se refiere, maestro?
Éste responde con lo siguiente:
-Soy ya un anciano en sus últimos momentos, hace años que perdí los dientes y durante mi vida me he roto varias veces algunos huesos. Pero hay una cosa que ni se pierde ni se rompe y permanece flexible hasta el final: nuestra lengua.
El maestro murió tras estas palabras.
Me gusta recordar esa historia...
Bueno, hasta pronto ;)
Merece la pena entregarse al momento presente, darlo todo con todos los sentidos que nos conforman, con la vista, con el oído, el olfato, el gusto y el tacto, estar aquí y ahora desde nuestra presencia. Así salimos de la mente y podemos vivir una vida plena, a todo gas :) Llevo años buscando una nueva manera de vivir, más desde ser y menos desde pensar. Me gustaría compartir esa búsqueda con todos vosotros. Bienvenidos ;)
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juas! es buena, la verdad. :)
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